Guisantes

Una breve historia sobre el cultivo de guisantes

Los guisantes son propios de la cuenca mediterránea, aunque actualmente, por su reconocimiento, el cultivo está extendido por todo el planeta. Ofrecen una gran recompensa para el hortelano, ya que a diferencia de muchas hortalizas que necesitan cocinarse, los guisantes se pueden recolectar y consumir en el acto mientras se sigue con las labores de cultivo (muchos de vosotros lo haréis).

Recordad que es una leguminosa y además de tener gran cantidad de proteínas y minerales, contribuye con la aportación al suelo de nitrógeno debido a bacterias del género Rhizobium, que se encuentran fijadas en las raíces del guisante.

Clima y suelo. ¿Puedo cultivarlas en mi huerto?

El clima donde se desarrollan los guisantes es el templado, aunque cuando llega el frío invernal, es capaz de soportar temperaturas por debajo de los 3º C bajo cero. No obstante por debajo de los 5º C detiene su crecimiento y desarrollo, por lo que lo recomendable es otorgarle temperaturas entre los 15 y 20º C.

En cuanto al suelo, los guisantes no son muy exigentes con respeto a la calidad del suelo. Los mejores son los que poseen buena cantidad de materia orgánica, en el caso de que tu suelo no pueda ofrecerle esos requerimientos (que en la mayoría de los casos será así), es suficiente con que aportes periódicamente compost alrededor del cultivo de guisantes.

Los suelos encharcados hay que evitarlos a toda costa. Es que generalmente, siempre y para todos los cultivos hay que evitar estos suelos, a no ser claro está que quieras probar el cultivo del arroz.

En cuanto al pH, el cultivo de guisantes no requiere suelos ácido y prefiere terrenos neutros (6,5-7).

Abonado del suelo, labores preparatorias en el cultivo de guisantes

A la hora de plantar guisantes, es necesario hacer una labor profunda del suelo. Se suelen añadir entre 4 y 5 kg de estiércol o compost por cada metro cuadrado de cultivo de guisantes. Con esto ya tendremos suficiente materia orgánica para el cultivo, ya que el resto lo aportará los fijadores de nitrógeno que antes hemos comentado.

El riego

El suelo mullido, esponjoso y con buena cantidad de materia orgánica retiene muy bien la humedad. Al guisante le gustan estas condiciones. En el cultivo de guisantes es importante no dejar en sequía la planta durante largo tiempo y es necesario hacer riesgos escalonados. El humus alrededor de la planta hará el resto.

¿Cómo sembrar los guisantes?

Se abren con azada unos surcos de 5-10 cm de profundidad y 10 cm de anchura. Cuando ya tengamos la zanja hecha es cuestión de distribuir las semillas de forma que queden a 5 cm entre ellas. Una vez ya tienes sembrados los guisantes hay que taparlos con la tierra de la zanja y apisonarla o bien con azada o bien tu mismo. Para activar la germinación hay que regar generosamente y empapar todo el suelo.

Hay un truco para germinar con mayor rapidez en el cultivo de guisantes y consiste en poner a remojo los guisantes 2 días antes de la siembra.

Una vez crezcan los guisantes y adquieran altura es necesario entutorarlos. Con palos o varas de árboles leñosos se clavan cerca del tallo de la planta o bien se puede diseñar un hilo a lo largo del huerto que sujete la hilera de guisantes. Si tienes el huerto cercano para evitar la intrusión de animales, aprovéchalo y sujétalas en torno a la valla o cercado.

FUENTE: www.agromatica.es

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